El primer contacto de Michael de Carvalho Rosa con la refrigeración en general y los aparatos de la línea blanca ocurrió cuando tenía 15 años, en un taller de su ciudad, Poços de Caldas (Sureste de Brasil). Apenas empezaba, ya le gustó la profesión. Durante tres años, adquirió mucho conocimiento con el dueño de la empresa, que describe como una persona muy inteligente, detallista y conocedora del área. “Él ha sido uno de los grandes responsables de la forma como trabajo hoy día”, dice.
Luego, trabajó 14 años en otra empresa, donde hizo cursos ofrecidos por las principales ensambladoras y tuvo contacto más próximo con el mantenimiento en refrigeración comercial, camiones frigoríficos y aire acondicionado central, ampliando su campo de actuación. El paso siguiente fue abrir su propio negocio. Curioso y creativo, desarrolló dispositivos y está siempre buscando novedades. Pero no conserva el conocimiento sólo para sí mismo, manteniendo un canal en YouTube para el intercambio de lo que aprende. Con toda su experiencia, recomienda a los colegas actuar con ética con los compañeros de profesión y ayudar a quienes lo necesitan. “Además de eso, es importante que se mantengan abiertos a los nuevos conocimientos y las nuevas tecnologías. Se debe también trabajar siempre con la máxima clareza en relación al cliente y ejecutar bien lo que se hace”, enseña.
Conocedor de la revista desde su inicio en la profesión, cuenta que, en los tiempos antes de internet, era prácticamente la única fuente de información que tenía. “Para mí, siempre fue una excelente lectura”, asegura.