[gravata]La ampliación su presencia, en todo el mundo, trae beneficios para la alimentación. En la India, sólo una de cada cuatro casas cuenta con el equipo.[/gravata]

 Marcos Jank – Especialista en agronegocio
Graduado en agronomía, con doctorado en administración, Marcos Jank es un especialista reconocido en cuestiones relacionadas al agronegocio y comercio exterior. Fue profesor de la Universidad de São Paulo, Brasil, durante 18 años y trabajó en instituciones y empresas vinculadas al sector agropecuario. Actualmente, vive en Singapur, Asia

¿POR QUÉ CONSIDERA UD. LA HELADERA EL MAYOR INVENTO DEL SIGLO 20?
Muchas otras personas ya manifestaron esa misma opinión. La heladera, asociada a la presencia de energía eléctrica, revolucionó el mercado, volviendo accesible una alimentación de calidad y mayor durabilidad a mucha gente más. Benefició a personas del punto de vista de la conveniencia, ya que pasaron a poder almacenar productos sin tener que hacer compras a diario. Al mismo tiempo, contribuyó para la salud, al garantizar la conservación adecuada de los alimentos.

¿QUÉ MUDÓ EN BRASIL CON QUE EL 95% DE LAS CASAS TENGAN HELADERA?
Esa es una realidad que se presenta en los países más ricos y que llegó a Brasil en el último siglo. Además de los beneficios que ya mencioné, una mejora fundamental fue el desarrollo de la llamada “venta al por menor moderna”. El crecimiento y la modernización de los supermercados, carnicerías y verdulerías sólo han sido posibles porque las personas de hoy tienen heladera en casa.

¿QUÉ MÁS HUBO DE POSITIVO?
También es importante destacar que en países cálidos y húmedos los alimentos se deterioran más rápido. Evitar eso es una victoria enorme.

¿LA SITUACIÓN ES DIFERENTE EN ASIA Y EN ÁFRICA?
De manera general, sí, pero viene cambiando rápidamente. En China, por ejemplo, el porcentaje de residencias que cuentan con refrigerador creció mucho en los últimos años, alcanzando 88% del total. Pero los números de la India (24%), Indonesia (33%) y Filipinas (33%) muestran que aún hay mucho por evolucionar. En África, la mayoría de los países está al mismo nivel o por debajo de la India.

¿POR QUÉ ESO OCURRE?
La primera explicación está enlazada a la renta. Allí todavía hay mucha pobreza. Otro motivo es, en muchos países, la falta de una red eléctrica de confianza, que lleva a las personas a no sentirse seguras al almacenar productos perecederos. La cuestión cultural es la que menos peso tiene, en mi opinión. En este aspecto, siempre hay una resistencia en las generaciones mayores, que se habituaron, por ejemplo, a comprar carnes en mercados tradicionales, donde el sacrificio de animales se realiza al momento o en la noche anterior. Pero la cultura cambia rápidamente cuando las personas tienen red eléctrica y adquieren heladeras.

¿CÓMO LA PEQUEÑA PRESENCIA DE HELADERAS IMPACTA EL COMERCIO DE GÉNEROS ALIMENTICIOS?
En los viajes que hice por Asia, me impresionó la enorme presencia de los wet markets (mercados mojados), llamados así por causa de la limpieza hecha para reducir el riesgo de contaminación. En esos locales, muchas veces a cielo abierto, están presentes animales vivos y los productos sacrificados son expuestos en encimeras, sin refrigeración. En la India y en Indonesia, más del 90% del consumo es ofrecido por esos mercados. En otros países de la región, también son responsable por la mayor parte del suministro. Es una situación precaria del punto de vista de la conservación y de la higiene – y que se vuelve absurda porque en Asia reside más de la mitad de la población mundial.

¿LA REFRIGERACIÓN AUMENTA EL CONSUMO DE DETERMINADOS ALIMENTOS?
Las condiciones de conservación son fundamentales para que determinados alimentos sean más consumidos. Es el caso de las carnes, por ejemplo. Sin embargo no es solamente la mayor presencia de refrigeradores que lleva a ese aumento. Es un proceso que envuelve una cadena de distribución más eficiente y con utilización de la refrigeración, que permite ofrecer productos mejores e incluso más baratos. En buena parte del mundo, hoy la cuestión principal no es más la cantidad de comida producida (seguridad alimentar), pero sí la cantidad y la sanidad del alimento. Este es un reto mayor, porque exige una estructura de transporte y almacenaje más sofisticada, en la cual el refrigerador ocupa un rol central.

¿ESTO AFECTA TAMBIÉN LAS COMIDAS FUERA DE CASA?
Una cadena del frío más estructurada también tiene impacto en la alimentación fuera de casa. Tiende a reducirse la venta de comida sin cualquier control de calidad vendido en las calles – aún muy común en Asia y África – y a ampliarse la presencia de los servicios de alimentación y redes de restaurantes.

¿ESA TRANSFORMACIÓN QUE YA ESTÁ OCURRIENDO LE ABRE OPORTUNIDADES A BRASIL?
Es una de las mayores oportunidades que se presentan hoy para que el agronegocio brasileño llegue a un nuevo nivel. Hoy somos grandes exportadores de productos agropecuarios básicos. Proveemos granos, azúcar, zumo de naranja y carne bovina sin cualquier diferenciación o marca. Con el cambio de la estructura y de los hábitos en Asia – y, en ritmo más lento, en África –, existe la posibilidad de añadir valor a los productos exportados y diferenciarse. Por ejemplo, buena parte de lo que vendemos a China es soya en grano, que va usada como componente de la comida animal. Necesitamos ir más allá del suministro de ración y ejercer un papel mucho mayor, entrando en el procesamiento de proteínas animales, almacenaje, distribución y al por menor moderno, llegando a la casa del consumidor en el exterior. Los refrigeradores son el gran vehículo para ello.