Residente en Ourinhos, Brasil, André César Ferreira dos Santos, de 38 años, tiene una larga historia en la refrigeración. Hace 22 años que está en la actividad. En la realidad, empezó antes de eso, observando a su abuelo y aprendiendo los secretos de la profesión: “Él me enseñó todo lo que sabía. Me quedé con sus herramientas, ya que él está alejado de la profesión, con 83 años de edad”.  

Él cuenta que prácticamente pasó la infancia dentro del taller del abuelo y que creció leyendo Bola Preta. “Fue la revista que me hizo gustar de la refrigeración. La leo hasta hoy día”, dice. 

Mientras no realiza su sueño de hacer el curso técnico de Senai, intenta perfeccionarse con la lectura y búsqueda de informaciones en internet. Participa de un grupo de refrigeración en Facebook, en el cual obtiene muchos conocimientos y cambia experiencias con los colegas.  “En ese grupo, aprendo mucha cosa y recuerdo las mejores prácticas, que ya adopto: tener buenas herramientas, usar bomba de vacío, hacer correctamente la carga de nitrógeno, etc.”, afirma.

André aprovecha para dar su consejo a los técnicos: “Uno no se puede acomodar. No todos se preocupan con calidad y eficiencia en la reparación de una unidad. Creen que sólo necesitan saber lo básico: cambiar el gas o el filtro secador, y con eso es suficiente”, afirma. Subraya que quienes, como él, no cuentan con todos los recursos para alcanzar el conocimiento necesario, debe usar la revista y esos grupos de refrigeración para capacitarse a hacer un trabajo cada vez mejor. Diciendo que por sus venas corre el fluido de la refrigeración, desea ser técnico por toda la vida. “Amo lo que hago y agradezco a la revista por ser parte de mi historia”, concluye.