La presencia femenina en la refrigeración aún es pequeña, pero está creciendo. Un ejemplo es Taís Regina Bitencourt, de Concórdia, Brasil. Ella hacía el curso técnico de Mecánica cuando tuvo su primer contacto con el área, en 2011. El año siguiente, para participar de la Olimpiada del Conocimiento, tuvo que estudiar mucho y perfeccionarse. Con el apoyo de especialistas como el profesor José Rodrigues, del CTGás de Natal, profundizó sus conocimiento sobre el universo del frío. “Competí en noviembre de 2012, en São Paulo, y esa fue sin duda una de mis mayores y mejores experiencias, pues me apasioné por el área de refrigeración”, cuenta Taís. Le gustó tanto que pasó a dedicarse a enseñar sobre el tema. “Hoy imparto clases en el curso de Refrigeración de la Fabet, en mi ciudad. Las prácticas que aprendí y enseño son principalmente las de preservación ambiental y el uso correcto de las herramientas y equipos.
La conciencia sobre la recolección de los fluidos refrigerantes es un asunto fundamental, visto que todavía trabajamos con sustancias que pueden contribuir al calentamiento global”, destaca. Lectora de la revista desde 2012, Taís la considera objetiva y rica en conocimiento, recomendándola a sus alumnos. Sobre la presencia de mujeres en el sector, afirma: “sé que nosotras podemos desempeñar nuestra función, no sólo de igual a igual, pero en algunos asuntos con superioridad. Es un hecho que las mujeres son más críticas, detallistas y cuidadosas. En algunas actividades tenemos algunas dificultades, pero nada que no pueda superarse”.
