[rel txt=»Esta materia posee contenido extra.»] [gravata]Son millones de equipos en uso, que abren espacio para quientes actúan en la área, pero es necesario estar atento a los cambios.[/gravata] Nuevas demandas y nuevos hábitos de los consumidores están provocando transformaciones significativas en las características y el uso de los refrigeradores, así como en la contratación de servicios de asistencia técnica.

La presencia de refrigeradores en las residencias está generalizada, para personas de todos los niveles de ingresos. Son millones de equipos en uso, que representan un amplio mercado potencial para quienes trabajan con asistencia técnica. Pero técnicos y revendedores de partes deber estar atentos a las tendencias y los cambios que ocurren en el área. Brasil cuenta con más de 60 millones de domicilios y, de acuerdo con IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), prácticamente todos cuentan con por lo menos un refrigerador. Una encuesta divulgada por la institución, referente al año 2013, reveló que el 97,3% de las residencias poseían una heladera. Lo mismo ocurre, con pequeñas diferencias en toda América Latina. Esos números demuestran que el mercado de refrigeración doméstica es muy amplio. Sin embargo, hay un fuerte proceso de transformación en curso, impulsado por los nuevos hábitos y las nuevas demandas del consumidor. “Hoy día, por ejemplo, los refrigeradores de dos puertas – de tipo frost-free o no – ya representan cerca del 70% del total. La tendencia es que ese porcentual crezca gradualmente”, afirma Gustavo Haverroth, líder de Estrategia de Producto en Refrigeración Doméstica de Embraco. “Cuando tiene condiciones financieras, el consumidor tiende a optar por el cambio por un refrigerador más moderno y con más recursos”. Entre esos recursos, se pueden destacar inicialmente los que están asociados al aprovechamiento del espacio. En las grandes ciudades, los inmuebles son cada vez menores y, por lo tanto, los equipos deben ser más compactos, pero sin dejar de ofrecer las comodidades de los modelos mayores. Compresores menores son una parte de la respuesta a esa necesidad, “ahorrando” espacio que se puede utilizar en el proyecto del refrigerador. Con ellos, los fabricantes tienen más facilidad para seguir el concepto “pequeño por fuera y grande por dentro”. Se busca la optimización del área útil y la máxima flexibilidad – involucrando desde los estantes retráctiles hasta até algo que aún es raro encontrar en América Latina, pero que ya es realidad en los países desarrollados: compartimientos cuya temperatura se puede alterar de acuerdo con la necesidad o tipo de alimento. El ingreso promedio en la región aún limita la incorporación de otras características avanzadas, para las cuales ya existe tecnología disponible. Es el caso de los refrigeradores con conectividad, que informan los productos que están faltando o terminando en su interior. Algunos fabricantes locales ya ofrecen modelos top de línea con esos recursos, que, con el tiempo, pasarán a tener mayor presencia. El design es un aspecto más que ganó importancia en los últimos años, en función de dos factores principales:

• El status proporcionado por un refrigerador sofisticado – como los que poseen recursos como paneles electrónicos y dispensers de agua en la puerta;
• La valoración de la cocina como espacio de convivencia de las familias y grupos de amigos.

Este breve resumen muestra que casi todo cambió en ese mercado. La situación no podría ser diferente para los técnicos y revendedores de partes y componentes, que, en muchos casos, vieron disminuir la demanda por servicios y productos para refrigeración doméstica. Ingreso x reparación Hace tempo que se habla de la tendencia de que el público latinoamericano pase a tener un comportamiento semejante al que existe en los países del primer mundo, donde los ciudadanos tienen el hábito de cambiar regularmente sus equipos – aunque funcionen relativamente bien. Quienes trabajan en el área de refrigeración deben percibir que esa tendencia ya comenzó a volverse realidad. Con mayor nivel de ingresos y facilidad para obtener crédito, mucha gente prefiere adquirir un refrigerador nuevo, en lugar de llevar su antiguo para repararse cuando presenta algún problema. Otros factores también impulsan ese proceso de transformación. Es el caso de la búsqueda de modelos más sofisticados por el usuario, para substituir a una heladera convencional de una puerta, que en general es el equipo presente en las casas de las familias de menor ingreso. De la misma manera, el ritmo de lanzamiento de nuevos productos contribuye para motivar al consumidor. A cada año, docenas de nuevas opciones son puestas a la disposición en el mercado por los fabricantes, combinando un design más moderno con una serie de características y funciones que atienden a las necesidades de las familias y traen más practicidad a su quehacer diario.

Eficiencia energética Para completar el ambiente favorable a la compra del nuevo equipo, existe la cuestión del ahorro de energía eléctrica. De manera general, la población sabe que el refrigerador juega un papel fundamental en el consumo de electricidad de una residencia y que modelos más antiguos son menos eficientes que los actuales. Por ello, mucha gente evalúa la opción de reducir su factura de electricidad con la sustitución. Esa actitud se vuelve aún más fuerte en períodos en los que se aumenta significativamente el costo de la energía eléctrica, como ocurre actualmente en Brasil. La busca de modelos más eficientes se basa, en general, en las reglamentaciones que existen en la mayor parte de los países, estableciendo una clasificación para los refrigeradores conforme su nivel de consumo. Pero la tecnología avanza rápidamente y ni siempre la clasificación la acompaña, como ocurre en Brasil (vea box a lado). “En función de la evolución tecnológica y la utilización de compresores más eficientes, hoy día existen refrigeradores con la clasificación A que presentan consumo hasta un 30% menor que otros que están en la misma categoría. Sin embargo, el consumidor no consigue percibir esas diferencias, quedándose atento sólo al hecho de que la heladera está en el nivel A”, advierte Gustavo Haverroth. En Colombia, la situación será muy distinta en poco tiempo: nuevas normas entrarán en vigor el 2016, aumentando mucho el desempeño exigido para que un refrigerador sea clasificado como nivel A. “Eso impulsa el mercado hacia la producción y compra de equipos más eficientes”, dice En momentos de crisis o de retracción económica, como el vivido actualmente por Brasil y otros países, hay un estímulo al mercado de servicios de reparación, beneficiando profesionales como los técnicos en refrigeración. Eso pasa porque el consumidor no se siente seguro para asumir nuevos gastos, en función del riesgo de desocupación o disminución de sus ingresos, aplazando la compra de nuevos productos. Sin embargo, esa es una situación provisoria y los profesionales deben estar atentos a las oportunidades traídas por los cambios. “Hoy día, muchos inmuebles residenciales (incluyendo a casas de campo y de playa) ya tienen un conjunto de equipos de refrigeración para usos específicos, además de la heladera convencional. Tal es el caso de bodegas, refrigeradores para cervezas, choperas, bebederos y minibares. Eso abre espacio para que técnicos ofrezcan contractos regulares de mantenimiento preventivo, para verificar el estado de todos esos equipos”, ejemplifica Haverroth. Otras posibilidades están vinculadas a la mejora del desempeño de refrigeradores más antiguos, muchas veces utilizados como un equipo secundario en las residencias. “Se puede convencer al propietario de las ventajas de verificar aspectos como el aislamiento y la carga de gas, llegando hasta la sustitución del  compresor por un modelo más eficiente”, dice. Lo mismo vale para medidas que atenúan las vibraciones y resonancias, resultando en la reducción del nivel de ruido de los equipos, que, como dijimos, están frecuentemente dentro de los espacios donde la familia convive. Oportunidades, por lo tanto, existen. Pero es necesario acompañar lo que ocurre a  su alrededor. ¿Ud. lo está haciendo? [box side=»alignleft» color=»box-vermelho» pos=»horizontal»] SELLO PROCELl: SITUACIÓN ACTUAL Los índices de eficiencia considerados para atribuir el sello Procel en Brasil están en vigor desde el 2006. A lo largo de esos años, la tecnología de desarrolló mucho, permitiendo que los refrigeradores consuman menos. En la tabla abajo, se puede ver que el 90% de los modelos de refrigeradores domésticos vendidos en Brasil (incluyendo de minibares hasta combinados frost-free de 2 puertas, de todas las marcas) están clasificados en el nivel A de Procel (que indica consumo menor). Eso desestimula los fabricantes a buscar innovaciones que vuelvan aún más eficientes del punto de vista energético a sus productos. La situación es similar en otros países. El Programa Brasileño de Etiquetado, de Inmetro (Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología), ya anunció hace algún tiempo que se están revisando los niveles eficiencia energética de heladeras y aparatos de aire acondicionado, pero ese trabajo no avanzó. Con la actualización, se estime que sólo el 40% de los equipos permanezcan en la clase A.         Fonte: Inmetro. Dados atualizados em 04/maio/2015. 1P.= 1 porta; 2P.= 2 portas; FF= Frost-Free. [/box]