[gravata]Venta y uso de repuestos de calidad comprobada traen ventajas.[/gravata]

La sustitución de partes y componentes de equipos de refrigeración es algo que hace parte del día a día de los técnicos, que buscan encontrar lo que necesitan en las reventas especializadas.

 Componentes originales representan la garantía de que el equipo seguirá funcionando en las mismas condiciones.

Existen las partes de repuesto originales y aquellas que son llamadas de similares, “genéricas” o “paralelas”, normalmente vendidas a precios más bajos. La tentación de elegir la alternativa más barata es siempre grande, por eso es importante evaluar con cuidado las ventajas y las desventajas de cada uno de esos tipos de partes. ¿Sabes cuáles son las diferencias fundamentales entre ellas, en términos de duración, ampliación, coste y resultado? La gran ventaja de los componentes genéricos es su precio, que puede, muchas veces, hacer diferencia entre vender o no vender (para el vendedor). Para el técnico, su utilización puede resultar en un presupuesto más bajo para el cliente, contribuyendo para su aprobación. Sin embargo, esa primera impresión de beneficio necesita ser analizada de forma más amplia. Se debe desconfiar de precios excesivamente bajos. No existe magia capaz de generar un producto de calidad a un coste muy inferior al del original. Además de eso, en lugar de mirar sólo al precio o al lucro inmediato, también es necesario considerar otros aspectos, o sea, verificar la relación coste/beneficio. El Área Técnica de Embraco recomienda atención a cuatro aspectos principales en el momento de la selección de partes de reposición:

• Calidad;
• Confiabilidad;
• Procedencia (o sea, de donde viene esa parte);
• Compatibilidad con el equipo  en que serán aplicadas las partes.

“Los productos para reposición que ofrecemos en el mercado pasan por cuidadosos procedimientos de pruebas para garantizar que tendrán un funcionamiento adecuado”, explica Murilo Favaro, técnico especialista de Embraco. “Esa es una diferencia esencial, que proporciona los mejores resultado y se debe tomar en cuenta”. Eso no significa que todas las partes no originales sean malas. Lo que se recomienda es obtener información sobre ellas, principalmente en relación al atendimiento de criterios técnicos.

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LEYES PROTEGEN AL CONSUMIDOR
En muchos países, las leyes de defensa del consumidor establecen que,  en la reparación de equipos, la utilización de componentes de reposición originales, adecuados y nuevos – o que mantengan las especificaciones técnicas del fabricante – es obligatoria. De acuerdo a esas leyes, las partes “paralelas” sólo se pueden utilizar cuando el consumidor lo autoriza por escrito previamente. [/box]

Lo barato sale caro
Aún teniendo muchas veces precios más altos, las partes originales representan una economía en el plazo más largo. Las partes originales tienen calidad asegurada y proporcionan mayor durabilidad y mejor desempeño a los equipos en que se las aplica. Como son suministradas por el mismo fabricante, representan la garantía de mantener el funcionamiento del equipo en las mismas condiciones, siendo compatibles con los demás componentes y adecuándose a las especificaciones técnicas exigidas. Además de tener un papel esencial en los aspectos técnicos, la utilización de partes y componentes originales puede contribuir para evitar problemas relacionados a la seguridad del técnico y del usuario de equipamiento. En algunos casos, aplicar productos inadecuados o que fueron fabricados fuera de los patrones exigidos genera riesgos de accidentes serios.

Es el caso, por ejemplo, de los fluidos refrigerantes. Con las restricciones a los CFCs y HCFCs (ver artículo de la página 14), pasaron a ser ofrecidos en el mercado diversos productos de baja calidad y hasta modificados. Fabricantes como la DuPont alertan para la existencia de fluidos refrigerantes con componentes inflamables y/o tóxicos en su composición, que ya causaron explosiones graves y daños a la salud de profesionales. Tuberías y componentes eléctricos de baja calidad son también una amenaza a la seguridad, por posibles fugas, choques eléctricos, cortocircuitos y otros problemas críticos. El mismo tipo de cuidado debe tomarse con los impactos al medio ambiente, una vez que algunos de esos “genéricos” – como los propios fluidos refrigerantes – usan materiales que representan riesgos de contaminación del aire y del agua o son montados de forma inadecuada, aumentando los riesgos de contaminación de líquidos y gases potencialmente peligrosos.

¿Recuperados?
Otro ejemplo de componente no original son los compresores recuperados. De manera general tienen desempeño inferior y menor vida útil, además de representar riesgos a la seguridad del sistema en que serán utilizados. Los hechos muestran una situación negativa: son construidos a partir de la unión de partes de compresores desechados. No pasan por exámenes rigurosos, no cuentan con certificados oficiales y pueden incorporar impurezas provenidas de la oxidación y de otros agentes. Su producción se realiza muchas veces en condiciones distintas a las ideales. ¿Vale la pena correr el riesgo de vender o de aplicar un compresor de esos? La misma pregunta es válida para todo tipo de parte y componente no original: ¡Piense en ello!

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DIFERENCIA EXPLICADA EN NORMA TÉCNICA
Es interesante conocer la nomenclatura de autopartes, establecida por la norma técnica brasileña (ABNT NBR 15296), pues la situación de ese mercado es muy semejante a la del sector de refrigeración:
Parte de producción original: Parte que integra un producto original en su línea de montaje.
Parte de reposición original: También conocido como parte genuina o legítima, ese tipo de material es usado para sustituir una parte de producción original cuando el mantenimiento o reparación se hacen necesarios. Esa parte es caracterizada por ser producida del mismo modo (misma tecnología) que la parte que sustituirá y posee las mismas características técnicas del modelo original.
Parte de repuesto: También denominada parte post venta, es destinada a sustituir partes de producción original o de reposición original, caracterizada por su adecuación e intercambiabilidad, pudiendo o no presentar las mismas especificaciones técnicas, características de calidad (por ejemplo, material, resistencia, tratamiento de beneficio, desempeño y durabilidad) de la parte de producción original. [/box]