Edson Moncaio inició su carrera en la refrigeración siguiendo los pasos del hermano, que ya actuaba en el sector, en una empresa en Rio de Janeiro, Brasil. En la misma empresa, aprendió muchos secretos de la profesión, perfeccionando sus conocimientos con diversos cursos prácticos y teóricos. Más tarde, viviendo en Rio Claro, donde está hasta hoy, abrió su propio taller. Con el tiempo, enseño lo que sabía a su yerno y lo introdujo en el mundo de la refrigeración. En 2006, decidió jubilarse. Pero siguió trabajando, en ritmo menos acelerado, atendiendo especialmente sus clientes antiguos. Es lo que hace hasta ahora, ya con 73 años.
Edson cuenta que la revista Bola Preta lo ayudó mucho. “En una época en que no existía internet, sabíamos por la revista de los cambios y actualizaciones”, recuerda. Mostrando que tener conocimiento y experiencia hace la diferencia, él relata que, años atrás, su vecino poseía una heladera que no estaba funcionando. “Fui evaluar y dije a él que sólo el compresor podría ser aprovechado; el resto era chatarra. Compré el compresor y lo guardé. Después de un tiempo, lo instalé en otra heladera, que funciona perfectamente haca 25 años”, dice. Él afirma que siempre trabajó con compresores Embraco y da su receta para el éxito en la profesión: “Para ser un buen mecánico de refrigeración, hay que ser honesto. Eso es infalible, pues siempre fui y me salí muy bien. Pero también es necesario tener conocimiento y saber trabajar”.
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