[gravata]Es esencial saber cómo evitar ese problema, que provoca perjuicios económicos y, principalmente, ambientales.[/gravata]
[especialista nome=»nico» alinhamento=’esquerda’ texto=’Fluido refrigerante que huyó no se puede más recuperar, así como los perjuicios que provoca.’] En su trabajo, el técnico en refrigeración muchas veces encuentra fugas de fluidos refrigerantes. Ese es un problema que debe ser evitado, no sólo por los perjuicios económicos que provoca – pues es necesario reparar la instalación y reponer el gas que huyó –, sino principalmente por los daños ambientales. Hay que acordarse que CFCs, HCFCs y HFCs, cuando escapan a la atmósfera, producen impactos considerables en la capa de ozono y contribuyen para el calentamiento global. Por ello, nunca se debe simplemente poner más fluido refrigerante en un equipo o sistema de refrigeración sin antes verificar si existe fuga y corregir el problema. El mantenimiento preventivo regular ayuda a evitar el problema o a identificarlo en su inicio. Los principales indicios de que hay fugas de gas son:
- Pérdida de performance del refrigerador, con compresor funcionando;
- Presencia de humedad en el compresor;
- Presencia de aceite alrededor de una conexión.
La verificación se debe hacer especialmente en los locales donde las fugas ocurren con más frecuencia:
- Juntas y conexiones a lo largo de la tubería;
- Puntos de soldadura (debido a soldaduras mal hechas o por el uso de material inadecuado para soldar el metal de la tubería);
- Puntos de curvatura de la tubería (la tubería se queda más delgada en el local del pliegue, lo que puede generar pequeñas fisuras cuando se transporta el equipo o cuando él sufre choques mecánicos).
Para constatar la fuga de gas, los métodos más utilizados son las pruebas por inmersión o con pompas de jabón y el uso de detectores electrónicos. Para finalizar, recordamos que, cuando es necesario retirar todo el fluido refrigerante existente en un sistema, se debe recogerlo de manera segura y almacenarlo en un recipiente adecuado. Acuérdese: fluido refrigerante que huyó no se puede más recuperar, de la misma manera que los perjuicios ambientales que provoca.